domingo, 21 de septiembre de 2014

Primer más grandioso beso

Su rostro estaba tan cerca del mío, solos los dos y en un instante todo fué silencio.
Otro instante más y sus labios se posaron sobre los míos,  primero sin saber que hacer, luego le correspondí.
El susurró algo que no entendí, que mis labios eran tan tibios como el hielo.
Luego sonrió, soltó mi mano y se alejó.

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