domingo, 28 de septiembre de 2014

Mi último recuerdo consiente

"Llevo puesto su saco y me rodea con sus brazos, en ese momento me resulta incómodo pero estoy temblando de frío y estoy muy ebria para querer rezongar. 
Un instante más y me encuentro vomitando en el pasto viendo hacia las estrellas, mis piernas se debilitan y un zumbido punzante y creciente toma lugar dentro de mi cabeza entonces comienzo a perder visión y el equilibrio.
En espera de recibir un golpe contra el suelo, abro los ojos y me encuentro entre sus brazos mirando el cielo nuevamente.
-¿A dónde vamos cuando nos morimos? - Pregunté.
Creo que ese fué mi último pensamiento consiente, pero si hubiese tenido que morir ahí estaría bien por mí, entre sus brazos."



domingo, 21 de septiembre de 2014

Primer más grandioso beso

Su rostro estaba tan cerca del mío, solos los dos y en un instante todo fué silencio.
Otro instante más y sus labios se posaron sobre los míos,  primero sin saber que hacer, luego le correspondí.
El susurró algo que no entendí, que mis labios eran tan tibios como el hielo.
Luego sonrió, soltó mi mano y se alejó.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Memorias

"Cuando estaba en ese borde entre saltar o quedarme, recuerdo que aluciné y tomaste mi mano con firmeza, me dijiste que todo estaría bien y me quede. Desperte atada entre un monton de cables incrustados por mi nariz, por mi boca, por mis brazos y con la ilusión de que todo estaría bien.
Pero nada estuvo bien, para ser honesta nunca había estado tan jodida como ahora."

Un clavo que sacó otro clavo

"- Siempre me han atraído las mujeres como tú.  - Dijo él mientras sostenía mi barbilla firmemente con sus dedos, obligándome a enfrentarlo cara a cara.
- ¿Cómo yo? - pregunté dejando escapar un brillo de emoción con mis ojos.
- Sí - Contestó mientras sostenía mis caderas confuerza sometiendome contra él.  - Las mujeres rotas como tú, tan románticas, tan hermosas, tan ilusas, tan frágiles.

Una cólera me invadió desde el fondo de mi ser, quería golpearlo y decirle que era un idiota ¿Pero que mas da? Una parte de mí sabía que el tenía razón a pesar de que sólo conozco a este hombre desde hace dos días.
En acto seguido y sin pensarlo mucho baje la cremallera de mi vestido y lo deje caer al suelo, reté al hombre con la mirada y en acto seguido le contesté:

- Entonces que esperas y trata de romperme en mil pedazos más.

El hombre me tomo con fuerza y en un abrir y cerrar de ojos me encontré recostada en la cama, me encontré con sus ojos  mirándome fijamente. Deseaba que me devorara en ese momento,  quería olvidarme de cualquier rastro de dolor pasado. Comencé a inquietarme al ver que él solo estaba ahí, sonriendo y mirandome.

- No juegues conmigo ángel - Susurró en mi oído. - Yo te deseo más que para una vida.

Entonces él se alejó de mi y me lanzó el vestido dejándome sola en la alcoba. Bien si fue esa su respuesta al reto que le hice o no, yo solo sabía una cosa.
Me hizo sentir que lo necesitaba.
Estaba más perdida que antes de conocerlo."

Temor al rayo

"Cada que escucho caer un trueno, mi corazón se acelera de manera desesperada y corro a ocultarme debajo de mis cobijas.
Es totalmente absurdo creer que un par de edredones podrán protejerme de una fuerza mayor, pero es en ese momento, mientras trato de alargar el lapso de tiempo entre un trueno y el siguiente, es ese el preciso momento dónde siempre encuentro alguna manera de consolarme y decirme a mi misma que todo esta bien.
De todos modos soy lo suficientemente grande para saber que no debería tener miedo.
Entonces escucho ese sonido de nuevo y todo se repite."

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Siempre hay buenas razones para estar "bien"

"Aunque me sienta destrozada, aunque sea débil, me gusta creer que si sonrío igual podré animar un poco el día de alguien.
Creo que es lo único que puede alguien hacer para no sentirse tan inútil."


- Lyma