Me pregunto si debo aspirar a tus labios como pétalos de una flor.
Pues me privas de la belleza que cualquier miembro de la realeza estaría obligado a envidiar.
Pronuncias mi nombre, y mi deseo adolescente encuentra lugar en la melanina de tu pelo, de tus ojos, de tu piel.
Comprendo entonces tu perfección, a quien no me atrevo a tocar
Seria como profanar algo sagrado.
-Lyma
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